El Triunfo de la Democracia sobre el Despotismo

Discurso pronunciado por la:
Dra. Ana Lucina García Maldonado
Candidata al Premio Nóbel de la Paz
en la conmemoración de los
2500 Años de la Batalla de Maratón,
“El Triunfo de la Democracia sobre el Despotismo”
Campo de Maratón.



Grecia, 12 de Septiembre del 2010.



2500 AÑOS DE LUZ
“EL TRIUNFO DE LA DEMOCRACIA SOBRE EL DESPOTISMO”
UNA LLAMADA PARA TODA LA HUMANIDAD,
 2500 AÑOS DE LA BATALLA  DE  MARATON
 
Constituye para  mí, un  alto  honor  haber recibido esta maravillosa Invitación del Ministerio de la Cultura de Grecia  y muy especialmente del Alcalde Spiros Zagari del Municipio de Maratón, para conmemorar y honrar la Tumba de los Luchadores de Marathón a través de la Honorable Dama Venezolana – Griega,  Doña  Irma Villarroel.
Mi admiración por Grecia y su prodigiosa cultura, se extiende desde las aulas del Bachillerato, cuando estudié Historia Universal, apasionándome por el saber y conocimientos  nacidos en esta región mediterránea y extendida hacia la geopolítica de América Latina, viajando por los mares al Continente Europeo y otras regiones del globo terráqueo.

 Fueron mis libros de cabecera: la Ilíada, la Odisea y la Eneida, allí conocí la vivencia de los dioses y los humanos, el asombroso  arte: la arquitectura, la pintura, la  escultura, la música, el teatro: la tragedia y la comedia, la democracia, la filosofía, el  espíritu de libertad.  Todo el conocimiento que hoy admiramos y disfrutamos procede de esa cuna del saber griego.
Cuando en 1980, visité por primera vez Grecia de paso al Medio Oriente  ida y vuelta, la fascinación  quedó profundamente  arraigada en mi, especialmente por  haber tenido la oportunidad de salir del famoso Puerto del Pireo, en un velero con nombre “Venezuela,” propiedad de la dama venezolana Irma Francogianis, casada con un armador griego, residenciada en ese país, en compañía del Embajador poeta, Luis Viloria Garbatti,  la Dra. Carmen Beatriz Romero de Encinoso y de la Diputada Argelia Laya,  visitamos varias  islas del Mar Egeo.

 Luego llegaron invitaciones firmadas por la Organización de Mujeres Griegas, en Pro de la Difusión de la Cultura Griega en el Exterior “Erechteides” y la “Asociación  Internacional de Intercambio Cultural Grecia- Venezuela. América Latina “ Grevenlae”, presidida por la  pintora Irma Villaroel, para que presidiera el “Congreso Multinacional Helénico – Venezolano de la Comunidad Europea para la Protección de la Mujer contra la Violencia” que se  celebró en la  Ilustre Universidad de Panteio, entre el 24 y 25 de Mayo de 1997, siendo saludada y felicitada por el Ministro de Cultura de Grecia, el Honorable Señor Evangelus Benizelos, que contó con la asistencia de  los Embajadores de los países  del Continente Americano acreditados en esta tierra helénica y una nutrida concurrencia de Europa, América y África. Fui gentilmente atendida por el  Embajador Rafael Huizi Clavier y su honorable esposa, en esa oportunidad me alojé en el Hotel Likabetus.

  Igualmente, fui requerida  para participar como” Invitada Especial”, en la 2da Conferencia Inter-Distrital de Zonta Internacional realizada del 3 al 5 de Octubre de 1997, pronunciando  la Conferencia Magistral denominada:” Normativa Internacional para Erradicar la Violencia contra la Mujer,” en la Alcaldía de Viena  y posteriormente asistí a un Coloquio Internacional  en el Parlamento de Austria.

Al año siguiente, la Sociedad Contemporánea de Científicos  de Grecia, me convoca como su “Invitada de Honor” para que asista al 4to Congreso Pan- Helénico, realizado entre el 9 y 10 de Mayo del 1998, en la Ciudad de Atenas, dictando la Conferencia el  “Rol  de la Mujer ante el Desafío del Nuevo Milenio” .En esta oportunidad me hospedé en el Hotel de Inglaterra en el centro de Atenas, coincidiendo mi visita con la entronización  del Patriarca Ortodoxo Griego, Papa de Alejandría, Pedro VII, sucesor de Marcos el Evangelista,  cuyas celebraciones se realizaron en el mencionado hotel.

 No puedo olvidar la destacada participación en Caracas de  celebridades  representativas de las ciencias, las artes y las letras griegas, quienes me honraron con especial deferencia  con “ La Medalla de la Mujer de Europa” y luego en tierra helénica, con la  preciosa presea en” Oro del Soroptimista de Grecia”. Tantas bondades las he recibido con humildad, pero con gran emoción  y agradecimiento infinito habiendo colmado mi espíritu  de inmenso regocijo y alegría.

Hoy esta nueva manifestación de afecto  para participar de esta inusual  celebración de un acontecimiento  histórico ocurrido hace dos milenios y medio, me embarga de  exaltación, simpar.

Con mi  eterno agradecimiento por las  múltiples gentilezas para conmigo, dedico este Ensayo a mi Amiga -  Hermana  Irma Villarroel.

CELEBRACION DE LOS  2.500 AÑOS DE LA BATALLA DE MARATON
RESEÑA  HISTORICA:

La Batalla de Maratón, ha sido llamada  el evento militar más crucial del mundo antiguo.
En el año 490 A.C. un reducido número de atenienses, comandado por el General  Milcíades, hicieron frente  al gran ejército  persa invasor, el mas poderoso del mundo,  enviado por  Darío I, Rey de Persia,  comandado por  su sobrino Artafernes y  los detuvieron por siglos.

La fuente  histórica principal  viene de  Herodoto, quien describe los acontecimientos  en el Libro VI, en los parágrafos 102-117. Su estilo  característico es embellecer  acontecimientos maravillosos, el  menciona para ser decisivos en la batalla,  con frecuencia, el auxilio de los Dioses del Olimpo o revelaciones en  sueños.

Maratón significa hinojo, fue llamado este sitio así, por la abundancia  de hinojos en el área.

 La  Batalla  de Maratón,  fue un enfrentamiento armado que significó el desenlace  de la primera Guerra Médica. (Medos eran llamados los habitantes  de Persia, que hoy  forman Iraq e Irán), tuvo lugar   en los campos o llanuras  de Maratón. A 42  kilómetros de Atenas, que enfrento’ al Rey  Darío I, quien deseaba  invadir y conquistar Atenas, como castigo y venganza  por la  participación  ateniense en la “Revuelta Jónica”,  cuando  los atenienses,  enviaron 20 naves de guerra  ante la negativa persa de devolver al traidor Hipias  y  por otro lado,  combatieron  los atenienses y sus aliados platenses, obteniendo los persas  una  contundente derrota de los espartanos. Aquí sellaron un Pacto de Ayuda, los espartanos y los atenienses ante una eventual declaración de guerra.

Los persas ya habían capturado Mileto, Quíos, Lesbos,  Tenedos  y Jonia cometiendo los más atroces y crueles  maltratos contra estas poblaciones a las que habían vencido y ahora pretendían  sojuzgar Atenas  para reponer  en el trono a su aliado el traidor Hipias.

Acompañando a los persas viene Hipias, quien había sido tirano de Atenas.  Siendo desterrado y enviado al exilio años  antes, se había  unido  a  Artafernes   prometiéndole  el control de Atenas,  si lograba restaurarlo en el poder, así es que esperando recuperar el trono  ateniense, indica el mejor lugar para el desembarco de la poderosa flota persa. Tiene  conexiones en Atenas con un grupo  cuyos jefes Teócrito y Creso, rico ateniense, quienes  desarrollan en secreto  acciones en  favor  de Hipias. Querían convencer,  que  como  mejor opción  se   aceptara  el predominio persa, creyendo que  la victoria de la poderosa tropa invasora era inevitable, pretendían  asegurar su  posición en el nuevo régimen político.

Darío había ideado  como estrategia, sacar el ejército  ateniense  fuera de la urbe,  derrotarlo a campo abierto, fomentar  una rebelión en la ciudad, que se rindiera ante los persas y atacarla por el mar.  Para esto, envió una inmensa   fuerza naval al mando de Artafernes, quien había hecho el trato con Hipías y a Datís se le encomendó para que tomara la ciudad por sorpresa.

El avasallante  e invencible ejército persa estaba compuesto por un número aproximado de 100.000 soldados,  la flota entre 500 a 600 naves  eran buques de guerra y de transporte, además,  de  1.000 a 3000 caballos. Contaba con  el cuerpo de “los inmortales”, soldados superen trenados, hábiles en disparar flechas, disparaban 12 flechas por minuto, el cuerpo de caballería inmensamente diestra en el combate.  Desembarcaron, totalmente confiados en su triunfo,  en la costa oriental de  Atio, a 40 kilómetros de Atenas, en la llanura de más de 30.00 metros de anchura, situada entre las montañas y el mar, teniendo como jefe a Artafermes  y  como segundo a Datis, la caballería fue enviada rumbo  a la ciudad de Atenas.

Las fuerzas griegas  la componían 9.000 atenienses  milicianos, era obligatorio el servicio militar, al cumplirlo quedaban en la reserva cuando la Patria los necesitara, no tenían caballeria y 1.000  hoplitas de  Platea que  acamparon en las faldas del monte Pentélico. La única  ayuda  recibida  por los atenienses  fue de los Hoplitas, que  eran   soldados de infantería pesada venidos de la vecina Platea, quienes luchaban con un gran escudo (hoplon) de allí su nombre, de 14 kilos, una lanza de dos metros de largo, coraza protectora, en total el equipo de cada uno de ellos era de 22 a 30 kilos de peso y formaban una falange, produciendo un muro de bronce y hierro con el objetivo de debilitar al enemigo en la lucha cuerpo a cuerpo. Lo que significaba que las fuerzas persas tenían una proporción mayor o eran 10 veces más numerosas, que las griegas.

Entre el 12 de agosto o el 12 de septiembre,  los persas se  deciden  a atacar,  sin esperar los refuerzos de Esparta. Milicíades  dispone  mover sus fuerzas muy temprano en la mañana  de las montañas  El flanco griego derecho  estaba comandado por  Calímaco, el izquierdo por un general de Platea.  Utiliza dos tribus  conducidas por Temístocles  y  Arístides  para  dirigir  el cuerpo central. La táctica de  Milicíades  fue un envolvimiento doble en forma de pinza, al ejército persa.

Gracias a la extraordinaria estrategia de Milicíades, quien no se amilana  ante el impresionante ejército invasor.  Los persas quedan sorprendidos con los gritos de guerra de los atenienses, que los desestabiliza emocionalmente. Creyendo que los griegos habían enloquecido en el combate, no reaccionan,  huyendo despavoridos de terror, en retirada  hacia  sus naves,  siendo perseguidos y masacrados por los  atenienses, sucumbiendo  en los pantanos cercanos, donde se ahogan.

Cuenta la leyenda que en medio del combate, apareció un campesino que dijo llamarse Esquelto, quien sembró  el pánico entre los persas, matando a gran cantidad de ellos con el mango de un arado, Al terminar la Batalla de  Maratón, Esquelto desapareció como por arte de magia y nunca más lo volvieron a ver. Los atenienses le erigieron un Templo  Memorial, en el cual lo adoraban como un dios.

Herodoto  registró  6.400   cuerpos persas en el campo de batalla, sin contar los fallecidos en los pantanos, dentro de los cuales estaban Datis y  el traidor Hipías.  Por el lado  griego tan sólo  anoto’,  192 y 11 platenses: entre los muertos estaba el estratega  Calímaco y el General Estesilao. Los griegos levantaron un escudo en  la montaña en señal de  Victoria sobre el imperio persa.

La  pérdida de la Batalla de Maratón  produjo  un gran trastorno bélico  para los persas, que no habían sido nunca derrotados en tierra, durante décadas. De esta manera, se demostró la vulnerabilidad de los persas. Muchos pueblos sujetos a su  yugo imperial  se rebelaron,  siguiendo  el ejemplo de  la valentía griega en la Batalla de Maratón.

La Batalla de Maratón,  se ha convertido en símbolo de  hazaña, dentro de los grandes logros de la  estrategia y osadía militar de  la historia.  Fue la primera vez que  los griegos habían derrotado a los persas en campo abierto. Así mismo,  fue  la primera  gran victoria de una potencia de Europa sobre una de Asia. Sin esta victoria la  civilización occidental  hubiera sido diferente. Fue el triunfo de la Democracia  ateniense sobre la tiranía persa.

FILIPIADES HERALDO  DE LA VICTORIA PARA LAS MUJERES DE ATENAS

Ciertamente en Grecia, nadie creía verdaderamente en una victoria, a lo sumo pensaban,  se contendría  a los persas para llevar a cabo una negociación o dar tiempo para la próxima batalla.

Ahora bien, los griegos ganaron  la batalla,  pero les llevó más tiempo del esperado, así que corrían el riesgo de que  sus mujeres por ignorarlo,  ejecutaran el plan  que habían diseñado, en caso de un revés militar, con valentía, honor y heroicidad:  matarían   a sus hijos,  suicidándose después.  Preferían la muerta a convertirse en esclavas ultrajadas.

La clara victoria de la Batalla de Maratón  para los atenienses,  debía  ser conocida de inmediato en la polis. En esta época de comunicaciones lentas, manuales y humanas, existían los hemerodromos, hombres correos, corredores expertos en largas distancias. Milicíades  decide enviar a su soldado hemerodromo  más veloz,   Filipiades, con órdenes de llevar el parte de la Victoria de  Maratón,  sobre el ejército persa.

Su misión, como mensajero era  de vital importancia, porque  las mujeres, los niños y los ancianos  aguardaban en Atenas y las ciudades vecinas,  en espera de la suerte de sus soldados. Las madres   estaban anhelantes  de saber, si sus maridos  habían ganado  o perdido la batalla, debido a que sus enemigos los persas habían jurado, que tras vencer a los griegos, irían a la ciudad para  saquearla, violar a las mujeres y castrar o sacrificar a los niños.
Al conocer estas intenciones perversas del enemigo, las madres de Atenas  decidieron  que serían ellas mismas  quienes inmolarían a sus hijos y se suicidarían a continuación, a fin de no caer en manos de los persas. Para que este destino fatal no ocurriese,  los soldados griegos  se habían dado un plazo de 24 horas, para avisar  la noticia  de la victoria, coincidiendo con la puesta del sol.

 Igualmente, los  atenienses querían  incendiar  la  hermosa ciudad, antes que permitir  a los  invasores  apoderarse de ella  y mancillarla.

Filipíades, el mensajero de la victoria, quien era de contextura baja y delgada,  desgastado por haber buscado  infructuosos refuerzos en Esparta,  ya que se encontraban celebrando una fiesta, además, los rigores del clima,  corre velozmente  la distancia  de más de 42 Kilómetros  que separan   las llanuras de Maratón a  Atenas, es una carrera desesperada para evitar una tragedia anunciada. Recorrió el extenso llano matizado  por algunas pendientes, sin tomar un solo descanso  y a medida que las horas trascurrían, su deterioro se hizo evidente.  La deshidratación fue el primer síntoma palpable en el rostro, al que le siguieron serias lesiones en los pies y gran dificultad para respirar.

Cuando la Acrópolis surgió en la distancia ante sus ojos, Filipiades apenas tenía aliento suficiente para ingresar a la calle principal, logrando entrar  minutos antes  que se ocultase   el sol, y dirigirse exhausto a las mujeres  a las que  que les gritó con todas sus fuerzas, “Ne Kiken Kamen”. “Ciudadanos  hemos vencido,” el invocar a la diosa de la Victoria, acto seguido se desplomó, sin vida, cumpliendo  la última y más honrosa prueba atlética de su vida. 

Con su épica carrera, su sacrificio  y su anuncio de la Victoria de Maratón, Filipiades salvo la vida de miles de madres y niños, dejando una leyenda para la historia de la humanidad.

Aquel episodio del soldado mensajero fue acogido más de dos mil años después, en el seno del deporte mundial, como fuente de inspiración para la creación de una competencia reina del atletismo moderno, conocido como  el Maratón.

La carrera de Filípiades  dio vida a las madres de Atenas, pudo haber sido el primer día en su homenaje y cada vez que se corre un Maratón, es como si el espíritu del famoso corredor, buscara más mujeres y niños, para ampararlos.

EL HISTORIADOR HERODOTO Y LA BATALLA DE MARATON.

Heródoto  cuenta “que el  mensajero Filipiades  fue inicialmente a Esparta, solicitando ayuda militar, siendo rechazado, corrió  de vuelta a Maratón, antes de partir  a Atenas,  para anunciar la victoria”. Había recorrido  pues,  240 Km,  que separan   Esparta  de Atenas.

De hecho existe, anualmente, una carrera que conmemora esta versión de la leyenda, llamada “Esparthatlon”,  que cubre la distancia entre Esparta y Atenas.
  
Los espartanos no  acudieron  en respuesta a la ayuda solicitada por Atenas, porque sólo  peleaban  militarmente con la luna llena y faltaban algunos días para ello, cuando llegaron después a Maratón,  se encontraron con la  gran derrota persa y la gloriosa victoria ateniense.
Al regresar Filipiades a Maratón, con la infausta noticia espartana, se entera  de la  gran victoria y le dan  la  orden de ser el mensajero de la buena nueva  de Maratón, continuando su veloz carrera de 40 Kilómetros más, que debe concluir antes de  que se oculte el sol, por ello, ofrenda su vida. Cumplida su misión, es considerado el  “Heraldo de la Victoria”, el” Mensajero de la Vida”, “El  Primer Corredor del Maratón”.

 Su nombre traspasa con la mítica  leyenda, dos milenios  y medio de  historia, de libertad, de democracia, de tener confianza  en las causas justas, de no amilanarse ante la apariencia de superioridad de los tiranos, de los sátrapas, por ello la Victoria de Maratón será siempre recordada, por las generaciones que creen en la potencialidad de iniciativa y superación del ser humano, que aprecian, valoran la cultura y la civilización.

Otra  leyenda cuenta que Filipiades  había estado combatiendo todo el día, antes de ser designado para anunciar la  victoria de Maratón, recorre  a toda prisa la distancia de más de 42 Kilómetros  desde el campo  de batalla y al llegar a  Atenas, solo dice: “Alegraos, Hemos vencido”, y  sin más,  cae  muerto.

Heródoto también dice que: “el Dios Pan (dios de los pastores, dios de las brisas del amanecer y del  atardecer) se le apareció a Filipiades en su camino de regreso de  Esparta y le prometió que vencerían a los persas”.

Según narra también, Heródoto,  Filipíades  significa hemeródromo , correo de profesión. Así  mismo señala:” Hallándose este,  según el mismo decía y lo refirió a los atenienses cerca del Monte Partenio, que  cae cerca de Tegea, apareció  el Dios Pan, el cual habiéndole llamado por su nombre de Filipiades, le mando dar quejas  a los atenienses, pues en nada contaban con él, siéndoles al presente propicio, habiéndoles sido antes  muchas veces favorable y estando en animo de  ser amigo en el porvenir.

Tuvieron los de Atenas por tan verdadero este aviso, que cuando les llegó la prosperidad, levantaron en honor a Pan, un Templo debajo de la Acropolis, continuando todos los años en hacerle sacrificios, honrándolo con lámparas y luminarias”,  desde que les envió aquella benéfica embajada.  

Una vez que  observa  la retirada de los persas,  Milicíades ordena dar media vuelta  y recorrer los más de 40 Kilómetros de montañas escarpadas, que los separan de Atenas, a marcha forzada , llegando  victorioso a tiempo para defender  la  polis, de la fuerza invasora, fortificándose en el Pireo y la propia Atenas.  Ante el evidente despliegue defensivo de los griegos y la desmoralización de las multitudinarias tropas persas, Artafernes  no se decidió a desembarcar y dirigió sus naves hacia el Asia Menor, donde  moriría en el 486 A.C.

Al día siguiente  de la retirada persa, Milicíades ocupa  el Ágora,  encargando  a Cristios y Mesiotes la ejecución del grupo escultórico de los Tiramicidas, en homenaje perpetuo  a la batalla de Maratón y como símbolo de la libertad de Atenas.

Con esta singular  proeza, donde se impuso el genio castrense  de Milicíades, Atenas  queda  fortalecida militar y moralmente.

Hubo celebraciones para rendirles homenaje a los caídos, los atenienses  concedieron el honor especial a los muertos, de ser enterrados en el lugar donde combatieron o sea en el Campo de Maratón, en vez del cementerio principal de Atenas. Allí, Simónides  escribió: Los Atenienses defensores de los Helenos, en Maratón destruyeron al poderoso vestido de oro de Meda”.

La tumba fue excavada en 1880 por arqueólogos alemanes. El equipo también encontró una zanja con gran cantidad de huesos humanos que fueron identificados como el lugar del entierro de los persas.    

El triunfo de Maratón le  otorga, esperanza al pueblo  griego, que podrá confiar en su victoria.
Los griegos estaban animados por el patriotismo, muy poco  conocido, en aquella época, alimentado sobre todo por los logros políticos de la democracia ateniense, hija de las reformas de  Clistenes, que hacía de los ciudadanos de Atenas, hombres especialmente libres y con derechos políticos, en  comparación con los súbditos  de otras naciones organizadas, regidas casi todas por déspotas absolutos.
Marathon aseguró, el legado democrático  y de  libertad a la cultura occidental. Es el Triunfo de la Democracia sobre el Despotismo.

MARATON  SIMBOLO  DE  LA  LUCHA POR LA LIBERTAD 
NACIMIENTO DE LA CIVILIZACION OCCIDENTAL
 
La  victoria de Maratón,  en donde por primera vez los griegos derrotaron a los persas en campo abierto,  los doto’,  de una decisiva fe’, en la que  resistieron tres siglos de embates persas, durante las cuales  floreció su cultura y  pensamiento, que serían las bases para el posterior desarrollo al mundo occidental.

Algunos autores han expresado sus  consideraciones sobre el significado y la importancia que representó para el mundo la famosa Batalla de Maratón, así:

Según Adrados: “los griegos, contra todos los pronósticos, cortaron la expansión persa” lo que permitió el desarrollo de su civilización, “creían en su propia civilización y la defendieron”.

El escritor Indo Montanelli, en su “Historia de los Griegos” señala: los atenienses eran armadores y mercaderes, para ellos “el mar, lo significaba todo”,.. “tan  sólo hoy frente a los hechos consumados, podemos decir gracias a aquello, fue posible el nacimiento de occidente”, si los persas hubieran pasado, entonces “el occidente se habría quedado como tributario de oriente, quien sabe durante cuantos siglos y con qué consecuencias”.

Cada gobernante dejó su impronta respetando a los  habitantes de las urbes, la libertad de expresar sus pensamientos  y comenzó a emerger el vasto conocimiento  humano que hoy conocemos como cultura universal, que tiene como cuna a la inmortal  Grecia. Atenas es la madre de los más connotados sabios de la humanidad del mundo antiguo, donde emerge la civilización occidental, solo comparable con la  Florencia del Renacimiento que pario a los genios de la cultura europea moderna. Son  las dos ciudades  que más han producido  sabios y genios en el mundo, según estudios realizados recientemente por investigadores de historia.
El Glorioso Siglo de Pericles.. 

En el siglo V  con  Pericles, llegan a su apogeo diversas manifestaciones culturales, como la arquitectura y la escultura. Fue’  un gran estratega, político y orador ateniense, quien democratizó la vida política, emprendió grandes obras públicas donde se distinguió el refinamiento y la perfección de los trabajos, mejoro’ la calidad de vida de  los ciudadanos , supo rodearse de las personalidades  más destacadas del momento, hombres excelentes en la política, la historia, la literatura, las artes y las ciencias, elevando a  la ciudad  de Atenas a ser  la primera y más importante del mundo griego, logrando  su máximo esplendor y llamándose en su honor el “Siglo de Oro  Ateniense “o “Siglo de  Pericles.”

Gobernante de tendencia democrática llevó a cabo reformas, consiguiendo para Atenas  la hegemonía comercial en el Egeo y el Mar Negro, lo que le permitió tener una economía desahogada, emprendiendo colosales  obras que han sorprendido gratamente al mundo en los dos milenios y medio  siguientes.

La construcción  de la Acrópolis, la ciudad alta, la ciudad de los  mármoles para gloria de los dioses, en donde se  edificó el magnificente Partenón, que es uno de los templos más bellos del mundo, fue dedicado a la diosa Atenea, protectora de Atenas,  igualmente están los Propileos, el Erecteion y el antiguo  Templo de Atenea Niké,  Diosa de la Victoria,  que luce  espléndido  nuevamente el encanto del orden jónico, entre los imponentes edificios dóricos de la Acrópolis, luego de la restauración  de diez años donde se han utilizado  la más avanzada tecnología, coincidiendo la misma con las fiestas de los 2.500 años de la Batalla de  Maratón.  
Pericles  entre los años, 447 y 442  A.C., le encargó  al genial  escultor Fidias, el más  grande,  la  Dirección  General de la Acrópolis.  Fidias realizó una de las obras más  espectaculares  y gloriosas del mundo, talló  una estatua para la Diosa Atenea, llamada “Paladium”,  de pie,  medía 11 metros, la estructura era de madera con marfil para las manos y la cara; el ropaje lo elaboró con 1000 kilos de oro  y los ojos  con  grandes esmeraldas. Igualmente, diseñó el conjunto arquitectónico del  Partenón  con un arte  sublime,  perfectamente  proporcionado, armónico, de equilibrada belleza y magia tal, no superada  jamás. Así mismo, decoro’  los Frontones del Partenón,  contando la historia de la diosa, teniendo como ejecutores a  Ictinos y Calícrates, quienes asistieron al maestro. También  enalteció la estatua de Zeus en  el Santuario de  Olimpia, considerados ambos monumentos, maravillas del mundo.

La ciudad de Atenas  y todas las urbes  griegas fueron cultoras de las bellas artes: la cerámica, el teatro alcanzó gran apogeo y Atenas fue llamada la Ciudad del Teatro Griego. Los mejores escultores  y pensadores acudían  a certámenes donde exponían sus obras y pensamientos,  con un jurado que proclamaba al vencedor. Allí concurre  Demócrito con su teoría  atómica del universo, los sofistas (expertos, maestros, hombres de sabiduría)  que daban instrucción científica y artística a cambio de un salario.
La Escuela de Grecia en la época de Pericles y de su esposa Aspasia tuvo como huéspedes al filósofo  Anaxágoras, al historiador Heródoto, al  arquitecto  Hipódamo de Mileto, responsable de  la reestructuración del Pireo. Se elevó la elocuencia como arte (logógrafos), lenguaje maravilloso con claridad y pureza. El lológrafo  Lisias se hizo de una inmensa fortuna, enseñando la elocuencia.

Pericles hizo alcanzar  en la ciudad de Atenas el más alto nivel de sofisticación.

En esta ocasión única, quiero recordar con un sentimiento de agradecimiento  en nombre de la civilización, algunas de las personalidades que con sus sabios conocimientos,  dieron vida a  la gloriosa cultura occidental, que hoy a 2.500 años, disfruta el género humano.

Entre ellos recuerdo como Filósofos y Científicos a: Tales de Mileto, Pitágoras, Demócrito, Heráclito, Parmànides, Aristófanes, Sócrates, Platón, Diógenes, Aristóteles, Euclides, Arquímedes; Médicos a: Hipócrates y  Galeno.

Estadistas como: Licurgo, Solón, Leónidas, Milíciades, Arístides, Temístocles,  Pericles, Filipo II, Alejandro Magno. Pintores a: Palignoto, Zeuvis, Parrasio, Apeles. Escultores como: Mirón. Fidias, Palcleto, Escopos, Lisipo, Praxisteles.
Literatos y Poetas como: Homero, Hesíodo, Safo, Esopo, Anacreonte, Píndaro, Teocuto. En Historia: Heródoto, Tucidides, Jenofonte, Polibio, Plutarco, Estrabón, Posídonio.

En Teatro: Tragedia a: Esquilo, Sófocles, Eurípides. Comedia a: Aristòfanes, Melandro. Oradores como: Esquines, Demóstenes.

Grecia   con orgulloso sentido: de la independencia de sus habitantes, creía en la individualidad y los derechos del hombre. El rey   persa era un déspota oriental, con poder absoluto sobre sus súbditos, quería conquistar Europa. Las ciudades griegas fueron invitadas a rendirse, pero rechazaron el ofrecimiento, para legarnos su magistral cultura, entre otros.

 
MIRANDA  VENEZOLANO UNIVERSAL Y  LORD BYRON   POETA INGLES VISITAN EL CAMPO DE MARATON EN DOS TIEMPOS DISTINTOS.

Hombres ilustres de todas las épocas han visitado a la Madre Grecia para rendirle tributo de veneración, respeto y admiración por su legendario legado al género humano.

Como venezolana deseo dar a conocer el pensamiento del más universal de nuestros ilustres compatriotas, como lo fue Francisco de Miranda, quien visitó Grecia del 7 de abril al 2 de julio de 1786, anotando en su diario “Colombeia” atinadas  observaciones  sobre la condición del país, sometido a la opresión turca  en ese entonces y de nombres evocadores a reminiscencias clásicas como: Corinto, el Monte Olimpo, el Monte Parnaso, Salamina, Academia de Platón, Templo de Minerva, Campo de Maratón.

El 24  de Junio señala:
“A la punta del día me puse a caballo con mi criado y guía griego para ir  a ver el campo de Maratón, a ocho horas de Atenas, porque aunque el Cónsul inglés y el señor Fauvel solicitaron ambos el venir conmigo, luego comenzaron a encontrar dificultades insuperables.

Atravesamos una llanura sembrada de olivos, trigos, jardines, etc. Y dos otras aldeas turcas de no mal parecer. A las siete llegamos a las inmediaciones de otra y en un jardín y casa pertenecientes a los padres de mi guía, nos apeamos. Luego me pusieron alfombra y almohadón  bajo de un árbol y allí tome mi te, frutas, etc. Reposando como una hora, convidándome estas buenas gentes para la vuelta con mejor acogida.  
Yo seguí mi viaje a través del mismo país por un rato, más después todo era árido y pedregoso, pasto sólo para cabras y para las abejas que recogen el néctar del tomillo y del mirto.
En fin, a eso de las diez – el sol no se podía ya aguantar-  llegamos a una aldea, donde inmediatamente me pusieron el tren antecedente, bajo un árbol  y las caballerías bajo otro, para reposar hasta la tarde. Se hizo un poco de comer con lo que yo traía, pues aquí es menester llevarlo todo consigo, y a las cuatro nos pusimos en marcha para Maratón,  que estará a dos horas y media de aquí.
Finalmente, después de pasar un terreno, todo de montaña, y sumamente pedregoso, descendimos de una gran altura. Por un desfiladero bien perpendicular, para llegar a dicho campo que se presenta hermosamente desde la altura. Allí encontramos unas buenas mujeres que nos convidaron a reposar un poco y en este intermedio vino un buen viejo, que se ofreció, como práctico a mostrarnos todo por diez paras; yo le ofrecí  20 y quedamos de acuerdo.  Aquellas gentes nos informaron, al mismo tiempo que aun se encontraban, envueltos en la tierra, pedacillos de plomo, que se cree eran parte de  las  flechas que sirvieron en la acción.
Primero seguimos sobre la derecha, donde se observan dos  pilas de gruesos pedazos de excelente mármol con sus hierros, etc.  Que denotan ser partes de algún sepulcro o monumento eregido a algún héroe  de los que murieron en la acción, tal vez los dos generales griegos. Asimismo se  nota la posición que ocupaba el ejército griego a la falda de aquel monte, con su retirada segurísima e intachable. Pero más hacia el mar, sobre la derecha, se ve un paraje cenagoso donde pereció la mayor parte de la caballería persa y cubría perfectamente el ala derecha de los griegos.
En el conmedio del campo hacia el mar, esta una gran pirámide de tierra, visible de todas partes,  que es el sepulcro y el monumento más permanente al mismo tiempo, de los 2.000 soldados griegos que murieron en la acción. ¡Bellísima  idea! En el centro del campo hay una gran pila de gruesos mármoles trabajados y encerrados, que denotan ser ruinas de un gran monumento erigido allí a la victoria o, a MilÏciades.
Apenas nos quedó tiempo para recorrer a caballo  el resto del campo, antes de la noche,  el cual tendrá cinco millas de largo  y dos de ancho, todo cultivado de trigo y legumbres y circundado  de montes por tierra y el  mar de frente. La descripción que hace Plutarco y Polibio  es exacta, que al  descubrirlo me parecía  ver el plano; lo mismo me sucedió  con el Puerto del Pireo. Ya con la noche llegamos a la aldea de Maratón, que estará como dos millas más adentro, en una quebrada  hacia la izquierda de dicho campo. Fuimos hospedados en un muy buen jardín, donde, bajo un  árbol, cenamos frugalmente y allí también se paso la noche, no sin música de mosquitos”.
El día 25 nos relata Miranda: “A la  punta del día seguimos nuestra marcha de retorno por la quebrada arriba, con designio de visitar la cueva famosa que describe Pausanias, y que el pueblo dice es la morada de las animas de los griegos que murieron en Maratón. Efectivamente,  como dos millas más adelante, echamos pie a tierra,  y con la asistencia de un pastor, que por allí andaba, subimos una pendiente algo difícil y allí encontramos la dicha cueva que tiene dos bocas por donde se entra bajándose mucho, y dentro hay dos especies de apartamentos, bajos también, que comunican entre si, donde nada se ofrece de notar. Luego bajamos y siguiendo el camino de vuelta sobre la derecha,  como a media milla de distancia a la falda del monte, esta un torreón antiguo, cuya arquitectura,  en bella forma cuadrilonga, más bien parece griega. Montando y montando sobre las montañas áridas y pedregosas llegamos a las siete a.m., al mismo lugar donde comí el día antes. Habiendo  tomado  allí mí te’, seguimos a delante por el mismo camino que vinimos, hasta llegar  a las  nueve al jardín de mi griego, donde encontré mi reposo ya preparado bajo de un árbol: leche, frutas, etc. Que aseguro vienen bien a propósito, después del calor y la fatiga.
A las cuatro  continuamos y a las seis y media llegamos a nuestro alojamiento  de Atenas, habiéndolo pasado agradablemente a lo que contribuyo también el buen humor y canto del guía, en cuya manera de cantar griega se descubre,  me parece, un gran fondo de armonía y de nobleza, particularmente en las canciones de Atenas, porque  cada lugar tiene las suyas.
Al abordar la ciudad por este paraje! Qué bien se  presenta aun la ciudadela y el bellísimo Templo de Minerva que resalta sobre todo”.

Continuando Miranda su largo periplo, de viaje hacia Constantinopla en una barca turca,   a través  del mar Egeo navegando por el Canal de Tenedos con buen viento logran desembocar en los Dardanelos, anotando el 24 de julio que con su anteojo : “pude descubrir donde están las ruinas de Sestos y las de Aidos, que no me dejan de recordar a Hero y Leandro” .Se refiere a la leyenda mitológica griega sobre Leandro, joven griego de Abidos, que amaba a Hero, sacerdotisa de Sestos y para verla atravesaba todas las noches el Helespondo a nado, una noche se ahogo en una tempestad y Hero, desesperada, se tiro al mar.

El nombre griego de Leandro lo llevará siempre en su mente y corazón y con el mismo  será bautizado  su hijo mayor Leandro Miranda y la nave Leander que lo condujo a Venezuela en 1806, portando e izándose por primera vez  la Bandera Patria.    

Así dejó anotado  en su diario, estos  días del  mes de julio de 1785, su visita al Campo de Maratón, y otros lugares de Grecia, Francisco de Miranda,  el hijo  universal de Venezuela, protagonista de excepción en su siglo   de los magnos sucesos  que cambiaron la faz de la humanidad, como fueron la Independencia de Norteamérica, la Revolución Francesa y ser el Precursor de  la Independencia  de las Repúblicas  Suramericanas, él durante estos días quiso honrar la memoria de los héroes, estudiando en el terreno la estrategia utilizada el general griego Milíciades, contra el ejército invasor.

El poeta inglés George Gordon Byron mejor conocido como Lord Byron, también visito’ Maratón,  es considerado  uno de los escritores más   versátiles  e importantes del Romanticismo, admirador de la cultura griega, vivió memorables  épocas de su vida allí,  se involucro’  y luchó’ por la causa de la independencia griega, en ese momento sojuzgada por el imperio otomano.






Lord Byron en el famoso poema “Las islas Griegas 1810”, dice:
Las montañas miran hacia Maratón  y
Maratón mira hacia el mar, y
Meditando Ahí, durante una hora en soledad,
Soñé que Grecia puede aún ser libre porque
Está sobre la Tumba de los Persas
No puedo imaginarme a mí mismo, en la  la esclavitud.

 En esta tierra  helena, tan querida por Lord Byron, que contribuyó con su dinero y genio a la causa independentista, vio por última vez la luz del sol, el 19 de Abril de 1824.

 Este hermoso poema honra la memoria de Lord Byron, en la Invitación  suscrita por la Alcaldía de Maratón, para  conmemorar los 2.500 años de la célebre Batalla.

  MARATON  EL HECHIZO DE UNA CARRERA QUE CUMPLE 2.500 AÑOS.

Al cumplirse 2.500 años de la gloriosa gesta  de la Victoria de Maratón, el  mensaje victorioso del soldado Filipiades, continúa siendo motivo de inspiración para el mundo de las artes, de las letras y del atletismo olímpico.

Existe una fascinación casi fetichista alrededor del Maratón de Atenas, libros, documentales, películas, testimonios significativos de personajes  vinculados a la cultura, tomarán esta efeméride  como fuente de inspiración, cuando  después de 2.386 años  de aquella  legendaria historia que recrea la gesta de un soldado  corredor, revive e inicia su relación con el atletismo, en los Juegos de Atenas de 1896.

Esta verídica historia,  en los siglos XVIII y XIX, también, fue objeto de inspiración para poetas como Robert Browning y escultores como Cortot.

 Robert  Browning  dio una versión de esta historia  en su poema de 1879  Filípides. (Traducido del inglés)

Entonces, cuando Persia fue polvo, todos gritaron: "¡A la Acrópolis! ¡Corre, Filípides, una carrera más! ¡Tendrás tu recompensa! Atenas se ha salvado gracias a Pan. ¡Ve y grítalo!" Arrojó él su escudo, corrió otra vez como una saeta; y toda la extensión entre el campo de hinojo y Atenas de nuevo fue rastrojos, un campo que recorría una saeta, hasta que él anunció: "¡Regocijaos, hemos vencido!" Como vino que se filtra en arcilla, la felicidad que fluía por su sangre le hizo estallar el corazón: ¡el éxtasis!

 Se dice que este poema  inspiró al barón Pierre de Coubertin y a otros fundadores de los Juegos Olímpicos modernos, para instituir la carrera a pie de 42 km llamada Maratón.


Al renacer los Juegos Olímpicos proyectados  para 1896, surge la idea de evocar  la proverbial  carrera contada por Heródoto y Plutarco, en la mente del educador, historiador, lingüista y   apasionado estudioso  de la  Mitología Griega, el francés Michelle Breal,  quien hace la propuesta de incluir la” Carrera del Maratón ”, en el Programa del Primer  Juego Olímpico.  El Barón  Pierre de Couberlain, que se considera el  Padre de los Juegos Olímpicos modernos, aceptó con entusiasmo el pensamiento  de su amigo  Michel Breal.

En honor  a esa épica batalla y  la hazaña  de Filipiades, se crea así, una competición con el nombre de   “Maratón”, que fue incluida en los Juegos Olímpicos de 1896, realizados en  Atenas  e inaugurados por el  Barón  Pierre de Coubertin: como punto culminante  de los mismos, ofreciéndose el propio Breal, para entregar  una copa de plata al ganador, en memoria a la gesta de Filipiades, teniendo como  escenario magnifico  la Hélade, cuna de la civilización occidental, donde se vive y se respira la historia.

Queda establecida  esta carrera  de 42 Kilómetros llamada “Maratón”, emulando el trayecto recorrido  por el soldado Felipiades, anunciando la Victoria  griega  a las mujeres de  la Polis de Atenas, en el año 490 A.C.

El  10 de Abril de 1896 se corre el primer “Maratón”  de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, desde los llanos de Maratón hasta el Estadio Olímpico  Panalthenaiko de Atenas, participando 13 atletas griegos y 4 extranjeros.

El pastor  de cabras griego llamado Spirdon Louis, de 23 años, oriundo del pueblo de Marusi, que dicen, también se ganaba la vida como aguador, andando todos los días la distancia de 14 Kilómetros, al lado de su mula cargada de agua para venderla en  Atenas,  que había sido seleccionado por un oficial del ejército que había sido su superior, ultimo en inscribirse en la competición   y antes de la salida  para participar en la carrera, permaneció dos días en ayuno y oración, vestido  con su fustanela (con medias gruesas y  traje de falda plisada),  al final entró en solitario  al estadio, bajo una lluvia de pétalos de rosa, ante la sorpresa de los más de 60.000 espectadores, siendo custodiado por la policía.
El Príncipe Heredero  Constantino y el Príncipe Jorge, lo reciben  en el estadium,   acompañándolo  uno a cada lado, en su trote, durante  los últimos minutos hasta la meta,  donde el Príncipe  Heredero le coloca  una corona de olivo,   ante el delirio de sus eufóricos   compatriotas, salvando así, el honor helénico.
Spirdon  Louis invirtió un crono de 2 horas 58 minutos con 50 segundos. Ganando con  su Oro Olímpico, la primera medalla para su patria, donde nació la olimpiada antigua. La felicidad de los griegos se vio aumentada al ver que el segundo y el tercer lugar eran ocupados por sus coterráneos. Y se completó el círculo  mágico del Maratón actual, constituyendo además,  el único triunfo griego  durante  esos juegos.

 Louis se inclinó ante la Reina Olga para besarle la mano, ella le besó la frente. El Rey de Grecia le concedió un deseo, Louis dijo: “Quiero  un burro y una carreta, para acarrear agua y que pongan en libertad a mi hermano, que está preso por una pelea”. De esta forma,  este primer “maratón” de la era moderna, también evocó la libertad, quedando el Maratón, unido a este valor humano, por siempre.

Se dijo que Louis era un pastor, aguador, mensajero, agricultor. Lo más probable es que fuera un pastor que estaba ocasionalmente en el ejército y que hacía de mensajero y aguador.

El heleno Spiridon Louis  pasó al Olimpo como un mito del atletismo. Esta victoria  lo convirtió  en héroe nacional, una persona rica, gozando del aprecio y la generosidad de sus compatriotas, le dedicaron canciones y poemas. Se caso’ luego de su triunfo, le obsequiaron una finca,  Se  dice así mismo,  que un carnicero se ofreció a darle carne de por vida y un zapatero a calzarlo.  Volvió a desfilar en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, con traje tradicional de los soldados de la infantería griega de principios de siglo.  Murió sin  faltarle nada. Actualmente en Grecia, cuando alguien hace las cosas rápidas, se comenta:” se hizo el Louis”.

El Maratón es una prueba atlética de resistencia con categoría olímpica que consiste en correr 42 kilómetros con 185 metros. La magia del primer Maratón ha traspasado el tiempo  y  está presente en la mayoría de las competencias  que se realizan en la actualidad tanto en las Olimpiadas cada cuatro años, como en los célebres  maratones que se realizan todos los años en las principales ciudades del mundo de los cinco continentes.


POPULARIDAD DEL MARATON

Existe una  maratomanía que se ha extendido sin cesar a partir de  la década de los años setenta del siglo XX, desde entonces, celebrándose miles de maratones multitudinarios, pues hasta la fecha era una carrera reservada  para élites de las olimpiadas. Son famosos los Maratones de Londres, New York, Chicago, Paris, Boston, Rotterdam, Ámsterdam, El Cairo,  Seúl,  Helsinki, etc.

El fondista y escritor Abel Antón, atleta soriano, que consiguió el Oro del  Maratón Mundial de Atletismo de Atenas de 1997, declaraba: “me identificaba con carros de fuego  en los minutos previos a la carrera”

Son las historias de una carrera diferente, con grandes hazañas  y nombres ligados de por vida a los 42.195 kilómetros del Maratón como son: el checo Emil Zatopek, los etíopes Abebe Bikita, Mamo Wolde, Aberún kebede, Haile Gebreselasseie   y los españoles Carlos López, Abel Antón y Martín Fiz o los kenianos, Paúl Tegdo y Patrick Makan, o, Stepano Beldine, los mexicanos Andrés Espinoza, Silva del Germán, el argentino Delfo Carrera,  entre otros.


LA MUJER Y LA CARRERA DEL MARATON

En las Olimpiadas antiguas las mujeres estaban excluidas de los juegos como participantes y como espectadoras, su incumplimiento se pagaba con la muerte.

En las Olimpiadas de 1896 de Atenas, una griega llamada Stamathis  Rovithi apoderada Melpomene, participó con éxito en el recorrido de prueba, deseaba competir en el primer Maratón de la era moderna,  desafortunadamente impidieron  su participación las autoridades olímpicas en el Maratón Oficial.


La primera mujer que corrió un Maratón lo hizo en Boston el año  de  1897, se llamaba Katherine Switzer y fue sacada a golpes de la carrera, porque era una competencia solo para hombres.

“Niké” Diosa Alada de la Victoria, presidía competiciones atléticas o militares en la antigua Grecia,  por este hecho desde los Juegos Olímpicos de Ámsterdam de 1928, en la parte anversa de las medallas olímpicas, aparece la figura de “Niké”, con una corona de laurel. 

 Es solo  a partir de 1984,  cuando  se les permite  incorporarse a  las mujeres  a esta famosa carrera, figurando: Paula Benoit  de USA, Paula Rodeiffe del Reino Unido, Grete Waitz e Ingrid  Kristiansen de Noruega o Adriana Fernández de Mexico, Nakoro Takahashi de Japón, como  ganadoras  esta  competición internacional, entre muchas más.

Todas y todos  se han hecho grandes, emulando a Felipiades, el héroe de la Batalla de Maratón.

ACTOS  CONMEMORATIVOS DE LOS 2500 AÑOS DE LA BATALLA DE MARATON .

Durante el año 2010: Se han realizado multitud de eventos celebratorios de tan especial efeméride, tanto en Grecia como en otros países del mundo, tales como Exposiciones, Foros, Congresos, Seminarios, Carreras  utilizando la tecnología del siglo XXI, Teleconferencias vía satelital, Videoconferencias, etc.,  en donde han participado importantes personalidades de los  cinco continentes, como la Reina Sofía de España,  el célebre escritor brasilero Paolo Coello, la relevante figura de Teodokratis, entre otros.

El Maratón Clásico está siendo convocado para el 31 de octubre, correrá una cifra record de maratonistas, más de 20.000 participantes, que partirán de la ciudad cuna de Maratón  hasta el Estadio Olímpico de Atenas, para emular el victorioso recorrido de Filipiades, hace 2.500 años.

La Medalla Conmemorativa del trascendental hecho, recrea la figura de  un corredor guerrero, exaltando así, la lucha por la libertad y los nobles ideales derivados de la Batalla de Maratón. El ave en el escudo simboliza el nacimiento de la civilización occidental actual. Es el Triunfo de la Democracia sobre el Despotismo.

Es propicia esta ocasión para recordar el Soneto del poeta español Francisco Álvarez Hidalgo dedicado a la Diosa Atenea y a la Victoria de Maratón, el 19 de Abril de 1998, que dice:

Apagosa la queja del herido
Cuando la muerte le beso la frente
Y el vencedor mezcló el gesto estridente
Al llamo doloroso del vencido.
El campo ensangrentado, entretejido
De escudos, yelmos, lanzas, de repente
Percibe el aleteo  intermitente
De la victoria en vuelo descendido
           Los pliegues de la túnica, rizados
Por múltiples dedos de la brisa,
Ciñen a su cuerpo de mujer
En mis combates por amor librados,
Tratando de apropiarme la sonrisa
Su imagen victoriosa quiero

Dra. Ana Lucina García Maldonado
Candidata al Premio Nobel de la Paz 1996, 1997, 2005
Campo de Maratón, 12 de Septiembre del 2010.


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"Toda Mujer Tiene Derecho a una Vida Libre de Violencia, tanto en el Ámbito Publico como Privado"
Convención de Belem do Para.  Capitulo II. Derechos Protegidos. Articulo 3.

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